Antes de que existieran programas como Motion Dive .Tokyo mezclar tanto vídeo como audio era una tarea al alcance solamente de profesionales, pero tras la aparición de este tipo de herramientas la operación ha pasado a ser bastante sencilla, por lo que cualquier persona puede realizarla.
Todas las mezclas pueden ser llevadas a cabo en tiempo real haciendo uso de un sistema que resulta tan intuitivo como práctico. Con él puedes insertar todo tipo de entes y proceder a su modificación para que se adapten al conjunto que tengas en mente, sea cual sea el elemento a tratar: textos, imágenes, etcétera. Si la librería integrada se te queda corta tienes la posibilidad de ampliarla con nuevos objetos.
Cada ente añadido es tratable individual o colectivamente definiendo parámetros como los beats per minute y el grado total de transparencia. Todo puede sincronizarse a la perfección y reproducirse abarcando la totalidad de la pantalla, siendo posible almacenar cada mezcla como si de un macro se tratara para poder reutilizarla nuevamente.
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